ἐπεὶ δέ ποτε πλεῖν μέλλοντι αὐτῷ διὰ χειμῶνος ἔφη τις τῶν φίλων Οὐ δέδοικας μὴ ἀνατραπέντος τοῦ σκάφους ὑπὸ ἰχθύων [p. 162] καταβρωθῇς; ἀγνώμων ἂν εἴην, ἔφη, ὀκνῶν ὑπὸ ἰχθύων κατεδεσθῆναι τοσούτους αὐτὸς ἰχθῦς καταφαγών.
Era un día de invierno en el que (Demonacte) se preparaba para navegar, cuando uno de sus amigos le dijo: «¿No temes que se vuelque el navío y te coman los peces?». «Sería insensato —respondió el cínico— que vacilara por miedo a ser devorado por peces, cuando yo mismo me he zampado tantos.
Luciano. Vida de Demonacte 35